¿Cómo crear el naming más adecuado para tu startup?

· por Redacción

El naming es una de las disciplinas fundamentales del branding. Acertar con el nombre puede ahorrar mucho tiempo y dinero en la construcción de una marca, mientras que un nombre restrictivo, inadecuado o débil registralmente puede suponer costes importantes que dificultan el crecimiento e incluso pongan en riesgo la viabilidad del negocio de una startup.

Por eso, un proceso de naming requiere expertise, metodología y capacidad tanto a nivel de estrategia, como lingüístico y legal, ¡además de creatividad por supuesto!

El enfoque del proceso de naming

A la hora de crear el naming idóneo para una startup es importante definir correctamente el enfoque estratégico: ¿qué tipo de nombre necesitamos? ¿cuál debe ser su tono?, ¿debe sonar profesional, coloquial, retador..?, ¿de qué manera hemos de diferenciarnos de los nombres existentes en el sector? Por supuesto, también es importante conocer (o definir si no se ha hecho) los aspectos diferenciales de la startup, su propósito, la personalidad y el rol que quiere representar en el mercado (su arquetipo).

Factores a tener en cuenta en el proceso de naming

El nombre de un producto, servicio o una empresa es uno de los primeros puntos de contacto que tiene el público con la marca, la acompañará durante toda su trayectoria y está presente en todas las ocasiones en que la marca se manifiesta. Y supone toda declaración de principios. Llamar Apple a un ordenador, en un contexto donde todos los nombres de sus competidores referían a aspectos tecnológicos, supuso un cambio en las reglas de juego del sector.

Hay premisas que son constantes para todos los procesos de creación del naming, pero con la irrupción de la tecnología ha cambiado de alguna forma el estilo de los nombres, y el público se ha ido habituando y es más proclive a aceptar y recordar nombres que antes hubieran resultado demasiado complejos. Nombres como Beezy, Zizoo, Naak, Exoticca, Wuaki, Kantox no nos resultan hoy extraños, a diferencia de lo que hubiera ocurrido hace tan sólo unos años.

En cualquier caso, aunque los criterios para elegir el nombre adecuado para una marca evolucionen con el tiempo, hay diversas directrices básicas que conviene no perder de vista:

  • El nombre debe ser registrable y protegible. ¡No basta sólo con un dominio! Para ello, páginas como OEPM para buscar registros en España o EUIPO para Europa serán de ayuda en este aspecto.
  • El idioma y la fonética que se elija deben ser adecuados para el público y los mercados a los que nos dirigimos.
  • Debe tener un estilo propio, originalidad y capacidad para captar la atención.
  • Debe tener una pronunciación sencilla y ser fácilmente recordable.
  • Hay que asegurarse de que el nombre no tenga asociaciones con ningún concepto que se perciba como negativo.
  • No olvidar que en un futuro podemos extendernos a otros mercados o categorías. Por este motivo es muy importante que el nombre que elijas no limite el crecimiento de la empresa.

También se pueden usar diferentes técnicas para la creación del nombre:

  • Incluir el dominio en el nombre como por ejemplo Visual.ly.
  • Uniendo dos palabras, como en el caso de Youtube, o fusionándolas, como ocurre con Instagram.
  • Modificar alguna palabra existente de manera intencionada, como sucede con Tumblr o Google.

Además, existen varios métodos que pueden servirte de apoyo a la hora de realizar la parte creativa del proceso de naming, como por ejemplo la técnica de las palabras aleatorias o la de los seis sombreros para pensar. Estas pueden ayudar a la hora de crear un nombre comercial o una marca, ya que como sabes es un proceso bastante complejo, en el que hay que tener en cuenta muchos factores para evitar confusiones.

Tu startup también se construye a través del naming

Lógicamente, un buen nombre no garantiza el éxito de la start up, pero es una oportunidad única para distanciarse de la competencia y adquirir una personalidad propia.

Solo hay una oportunidad para crear una primera impresión y debemos aprovecharla, minimizando la posibilidad de cometer errores, pues serán más difíciles de rectificar en el futuro. Teniendo todos estos factores en cuenta, tienes más posibilidades de encontrar el nombre idóneo para tu startup, aunque como siempre decimos, para un tema tan clave, mejor contar con expertos especialistas.

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