Los embajadores de marca e influencers han supuesto una gran revolución en las estrategias de promoción de las marcas. A día de hoy, el español es el mercado europeo en el que mayor número de empresas utiliza influencers en sus estrategias de activación de marca en redes sociales, y algunas no dudan en invertir grandes cantidades de dinero para contratarlos.
Pero si bien en sectores como el ocio y la moda las marcas obtienen un rápido awareness y retorno gracias a esta figura, la credibilidad y temporalidad de sus recomendaciones es discutida; y el debate entre la rentabilidad y retorno de esta estrategia existe en los departamentos de marketing y en los medios de comunicación. También sobre si es mejor contar con influencers o con brand ambassadors.
Diferencias entre embajador de marca e influencer
De una parte, los influencers logran no solo impactar sino también influenciar a gran cantidad de personas con sus mensajes gracias al gran número de fieles que les leen y a la autoridad y grado de conocimiento que sus seguidores le otorgan. Son grandes prescriptores.
Los artículos o marcas que recomiendan son coherentes con su valores y se sienten cómodos anunciándolos, sin embargo la recurrencia de las promociones a lo largo del tiempo es muy baja. Los últimos estudios en el sector aseguran por ello que la efectividad de los influencers se limita a campañas de marketing temporales o puntuales cuyo objetivo principal sea incrementar las ventas.
El embajador de marca, en cambio, puede ser útil cuando se busca mejorar el posicionamiento y awareness de una marca a medio plazo, dentro de una estrategia global de branding. A diferencia del influencer, la relación entre marca y embajador suele ser duradera y existe un fuerte compromiso entre ambos. Un embajador de marca contribuye a difundir el espíritu de la marca en su ámbito de influencia, más allá de un determinado producto, permitiendo:
-Humanizar de la marca: permiten ver la marca como algo más próximo y aumenta la capacidad de identificación marca-público de interés.
-Mejorar la reputación: en la actualidad, el 74% de los usuarios recurre a las redes e internet para asesorarse antes de comprar un producto o adquirir un servicio. Esto ha hecho que la reputación y los comentarios influyan cada vez más en las decisiones de compra.
-Aumentar la credibilidad: Nielsen concluye en un estudio que un 92% de los consumidores confía más en la opinión de otros usuarios que en la publicidad proveniente de las marcas.
Trabajadores y clientes: los mejores embajadores de marca
Si bien los brand ambassadors pueden ser figuras reguladas mediante un contrato laboral, las marcas son cada vez más conscientes de los beneficios y ventajas de contar con embajadores ‘espontáneos’, lo cual no sólo permite reducir costes, sino también aumenta la credibilidad de los mensajes.
En este sentido, los clientes y empleados satisfechos son los mejores embajadores de una marca, pues en muchos casos hablarán positivamente de la marca en sus círculos de influencia y redes sociales, generando un activo de marca. Por ello la gestión de personas es una práctica fundamental en la construcción de marcas.
La profesionalización del sector
Influencers y embajadores de marca han hecho de su labor su forma de vida, y se ha convertido en una profesión con código propio. La profesionalización ha favorecido la aparición de una serie de procesos que hacen que haya mayores garantías de éxito: reuniones con los equipos de marketing o establecimiento de un calendario de actuaciones y monitorización de KPIs como las impresiones o la interacción del consumidor, entre otros.
Decantarse por un modelo u otro dependerá de la fase de activación de marca en la que nos encontremos y del tipo de objetivos que deseemos cumplir.
[hubspot type=cta portal=3318473 id=b8fad480-f5c8-4589-9738-f3f78a8a34cf]