La gestión de proyectos o gestión de cuentas, envuelve muchísimos significados. Tantos como un o una Project Manager sepa gestionar.
Pero… ¿Qué entendemos por Project Manager?
Pues podríamos definirlo como esa figura de dentro de la empresa que se encarga de atender al cliente en sus peticiones y también de resolver sus dudas. Aunque también y de forma errónea, en ocasiones, se nos relaciona con el departamento de contabilidad.
Aunque es cierto que somos las personas de contacto del cliente, sus características y funciones van mucho más lejos. Como apunta Jordi Mateu, CEO de Summa, es la figura que hace que las cosas pasen.
Bien sea en compañías de branding o en agencias de publicidad, el perfil de “cuentas” vela por una buena calidad del servicio y para ello, es necesario llevar a cabo diferentes funciones/acciones que variarán según las necesidades de cada cliente y proyecto.
Siguiendo mi naturaleza de cuentas, citaré algunas de ellas con bullet points.
La persona de gestión:
- Es una buena directora de orquesta. Tiene habilidades para gestionar y liderar los procesos. La empatía y el trabajo en equipo son clave para que esto sea posible.
- Es curiosa, apasionada y proactiva. Junto al equipo de estrategia y creatividad, se mueve para estar al día y aportar ideas.
- Transmite tranquilidad y confianza tanto a nivel interno como externo. Las personas implicadas en el proyecto deberán sentirse seguras durante el proceso de trabajo.
- Es organizada, resolutiva y se fija en todos los detalles. Supervisar procesos y entregables, coordinar equipos y timings, buscar las mejores soluciones y tomar decisiones, y asegurar la correcta implementación de todas las fases del proyecto, forman parte del entretenido tetris de su día a día.
- Tiene una visión transversal. Está involucrada en todo el transcurso del proyecto, de inicio a fin y en todas sus tipologías. Un mismo perfil de gestión en Summa, está presente en todo tipo de fases/proyectos, desde Research, Estrategia o Packaging, hasta Identidad corporativa, Web o Activación en comunicación.
- Debe tener un profundo conocimiento del cliente y de su realidad de negocio. Encargándose de tener una foto muy nítida de su contexto, su competencia, su audiencia y sus objetivos. De esta manera, poder prestar atención a todos los detalles y ofrecer el mejor acompañamiento.
- Se preocupa por hacer crecer al cliente y acompañarle durante la relación. A través de un pensamiento más estratégico y de negocio, se focaliza en generar crecimiento y detectar oportunidades para su cliente.
En esta primera parte de “¿qué es un/a project manager?” haré hincapié en la gestión de proyectos desde un punto de vista más interno, dentro de la compañía.
Aunque el perfil de gestión no esté formalmente dentro del equipo creativo, es la persona con más conocimiento del cliente, quien le escucha, le entiende y le acompaña durante toda la relación. Por lo tanto, las sinergias que se crean entre gestión y creatividad, son de gran valor.
Como apunta Susanna Rueda, directora de Estrategia de Summa, en entornos en los que la creatividad juega un papel fundamental para el éxito de los proyectos, la gestión de dichos proyectos se convierte también en la gestión de las emociones de las personas que los desarrollan. No hay creatividad sin sensibilidad, por lo que uno de los principales rasgos que caracterizan a un/una buena Project Manager es la inteligencia emocional. Poner siempre foco en el “como” sin olvidarse del “que”.
El/la project manager, es amante de la creatividad, vibra con los equipos y es generador de ideas.
Es un perfil cuidador. Tiene en cuenta la buena compenetración de los distintos equipos, entendiendo que el factor humano es el motor más preciado. Cuida el mantenimiento de un buen clima de trabajo, el cual mejora la motivación y el rendimiento. Cuida que los procesos sean lo más óptimos posible para todas las partes, gestionando timings y entregas de la mejor forma posible.
Carles Griset, brand consultant de Summa, define este perfil como la pieza clave para que todo funcione y salga bien. Pendientes no solo de gestionar los proyectos y asegurar su éxito, sino también de gestionar a las personas involucradas: orientando, supervisando y haciendo mejor el proceso a nivel laboral y humano.
En definitiva, el perfil de gestión es una parte a veces poco visible pero fundamental en el desarrollo del proyecto, de principio a fin. Es la persona que tiene el pulso de todo lo que ocurre y puede ir virando velas en base a los cambios y necesidades. Es quién hace que nada caiga.