El diseño gráfico español es una disciplina relativamente reciente. El crítico de arte Joan Perucho escribía en 1965 que “hablar del grafismo español es hablar todavía de un arte en gestación”. Pero la realidad es que ha ido adquiriendo lenta, pero firmemente, un gran reconocimiento por parte tanto de la sociedad española como internacionalmente.
Este interés tiene un origen claro y unas raíces perfectamente localizadas aunque, tal vez, no suficientemente conocidas. Surgen del trabajo de una generación de brillantes profesionales que alteraron la cultura visual de la posguerra española en una sociedad no especialmente receptiva a entender que el diseño era, también, una forma de arte. Las figuras consideradas como pioneros del diseño gráfico español abrieron la puerta a las generaciones posteriores de españoles a una nueva manera de relacionarse con la comunicación visual y de disfrutar con su forma atractiva de proponerla y han suscitado primero sorpresa y después la admiración entre los diseñadores gráficos de todo el mundo.
A veces conviene remontarse al pasado para entender mejor la situación presente y en este sentido el blog “Pioneros Gráficos”, que viene manteniendo en la red el diseñador Emilio Gil, es un magnífico recorrido por lo más interesante de los orígenes de nuestra historia gráfica. El periodo histórico de las imágenes recogidas en el blog pionerosgraficos.com (graphicspioneers.com en su versión en inglés) se extiende desde 1939 -final de la Guerra Civil española y comienzo de la Segunda Guerra Mundial- hasta 1975 -año de la muerte del General Franco y comienzo de la democracia en España-, años en los que las condiciones objetivas del país no hacían fácil el trabajo de estos pioneros. No se daban las circunstancias materiales más favorables, ni existían unos mínimos sociales que propiciaran las propuestas de los diseñadores. Si se añade el aislamiento internacional a la falta de materiales de referencia, por citar solo alguna de esas limitaciones, se intuye que, en muchos casos, los pioneros del diseño gráfico en España trabajaron durante décadas en condiciones difíciles para poder manifestar toda la potencialidad y el talento que poseían materializado, sin embargo, en sus magníficos trabajos.
Para aquellos grafistas, lo importante era lo que desarrollaban día a día sin pararse a reflexionar sobre si estaban construyendo una profesión o no. Si estaban, o no, sentando las bases de algo nuevo. Pla-Narbona vino a decir algo así como que lo paradójico del caso es que estaban aportando un trabajo de enorme calidad –como el tiempo ha puesto en evidencia- y creando una profesión en España sin ser ellos conscientes. Y sin embargo aquellos diseñadores fueron profesionales que alteraron la cultura visual de la generación española de la postguerra española, no especialmente receptiva a entender que el diseño era una forma de arte.
El interés provocado por la publicación en 2007 del libro “Pioneros. Diseño Gráfico Español 1939-1975” (Editorial Index Book), del que es autor Emilio Gil y prologado por la historiadora del Diseño de la Universidad de Barcelona Anna Calvera, sobre los orígenes del diseño gráfico español justifican la existencia de un blog -fundamentalmente compuesto de documentos gráficos- como sitio de referencia en esta materia, escaparate gráfico para conocer, tanto en España como internacionalmente, el trabajo de esta generación de profesionales de la comunicación visual española.
Entre los descubrimientos que encontramos en este blog se encuentran modelos de identidad visual corporativa de la época, de un interés extraordinario como el programa desarrollado por Josep Pla-Narbona para los equipos de sonido Cosmos, la imagen que Ricard Giralt Miracle evolucionaba periódicamente para “Filograf”, su propio taller de artes gráficas, o las permanentemente modernas cubiertas de discos que Daniel Gil realizó para el sello discográfico “Hispavox”.
La reacción que provoca la contemplación de los trabajos de estos artistas, o de Fermín Garbayo, Tomás Vellvé, Julian Santamaria, Josep Artigas o Amand Doménech, por poner sólo unos pocos ejemplos, es unánime y entusiasta y viene a confirmar la vieja idea de que el status de arte no es una cuestión de género mayor o menor, sino de calidad. Quizás fueron pioneros sin pretenderlo, pero definitivamente fueron artistas/diseñadores/grafistas por vocación, talento y determinación.
Un auténtico disfrute y una lección de enorme interés absolutamente recomendable para los diseñadores gráficos más jóvenes y cualquier interesado en la historia de nuestro diseño.