Madrid 2016

· por Summa

La Oficina de Madrid 2016 ha abierto hoy el concurso para que los ciudadanos puedan participar en el diseño del logo que promocionará e identificará la candidatura olímpica en todo el mundo, según informa el Ayuntamiento que preside Alberto Ruiz-Gallardón. Debe cumplir ocho requisitos, entre ellos ser original, fácilmente identificable y memorizable, y no puede contener ni aros ni antorchas ni medallas.

La convocatoria está abierta a todos los ciudadanos con independencia de su edad, nacionalidad y profesión y las propuestas deberán enviarse en un sobre cerrado antes del próximo día 6 de julio.

La Fundación Madrid 16, con el apoyo de un grupo de expertos en el mundo del diseño, seleccionará las 10 mejores propuestas, y mediante votación popular se elegirán las tres más interesantes. El ganador de este concurso, abierto a todos los ciudadanos con independencia de su nacionalidad, edad y profesión, recibirá 30.000 euros de premio, mientras que los diseño de los otros dos finalistas serán galardonados con 5.000 euros cada uno.

Via El País

Desde la Junta directiva de ADG-FAD, Asociación de Diseñadores Gráficos y Directores de Arte, se critica la creación de concursos abiertos y no remunerados en un manifiesto que ya publicó Redblog en otra ocasión. Os reproducimos algunos de los puntos:

• Una mayor participación en un concurso no garantiza más calidad. A menudo sucede lo contrario: no participan muchos diseñadores profesionales.
• Los concursos abiertos perpetúan la idea del diseño como una cosa meritoria, como si estas convocatorias fueran un concurso de talentos artísticos, en lugar de prestar atención al planteamiento del problema (que a menudo significa empezar a resolver parte del problema) y el proceso.
• En un concurso abierto entre diseñadores se hace trabajar a mucha gente sin remuneración alguna para obtener una sola solución que se paga, cosa que no se hace con otras profesiones. ¿Por qué los diseñadores tenemos que trabajar sin remuneración? ¿Por qué no lo hacen los abogados, por ejemplo?
• Fácilmente las propuestas, si son remuneradas, se elaborarán con más interés y no “probando a ver qué pasaâ€? como sucede a menudo en un concurso abierto. También pasa a menudo que el convocante acostumbra a valorar más aquello que ha pagado, y esto se puede traducir en un juicio más atento.

Leer manifiesto completo

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