PLANETA DE LIBROS
Si estás leyendo esto, te gusta leer
Las series, las películas o la música son unos de los principales temas de conversación social. Todos y todas sabemos a qué serie está enganchada media oficina o cuál es esa película que sí o sí tenemos que ver si no queremos quedarnos fuera de cualquier charla entre pasillos.
Pero, ¿qué libros leen los de tu clase de cerámica? ¿Y tu vecino del cuarto al que le mola The Strokes? ¿Cuál es el autor o autora favorita de esa periodista a la que sigues desde hace años? ¿Dónde está la gente que lee y cómo puedo conectar con ellos? Ni rastro, pero mucho interés 😉
Bajo esta premisa, PlanetadeLibros decidió que era el momento de cambiar su marca para poder llevar la lectura al centro de la conversación. Porque la gente lee, y mucho. Pero tras un estudio de mercado realizado con lectores y lectoras de distintos perfiles, descubrió que no hay una comunidad de lectura de referencia. Curioso, ¿no?
De un portal web a una comunidad con mucho por vivir
PlanetadeLibros nace en un contexto totalmente diferente al actual, y lo hace como un portal que dispone de un amplio (pero que muy amplio) catálogo de libros. Claro que, con la multitud de impactos que recibimos cada día, y con el ocio más fragmentado que nunca, la marca necesitaba otra forma de conectar con los lectores de siempre y llegar a las nuevas generaciones. En esencia, necesitaba entenderse de otra forma y transformarse desde dentro, pero también hacia fuera con una identidad gráfica y un tono diferenciales que arrancaran lecturas y miradas.
La primera decisión estratégica fue la de ofrecer una experiencia menos “.com” y con más valor añadido, centrando el foco en la comunidad lectora. El nuevo PlanetadeLibros transforma al lector en el protagonista y, por tanto, busca ofrecerle una experiencia mucho más personalizada que responda a sus gustos e intereses (que por cierto, son de lo más eclécticos).
Ahora sí, había llegado el fascinante momento en que PlanetadeLibros hiciera que sus usuarios vivieran una experiencia de lectura mucho más emocionante.
Una vez definido este propósito, preparamos a la marca para responder a una experiencia de usuario envolvente de verdad, pensada para entornos phygital en los que la marca cobra un nuevo sentido en la vida de las personas. Acciones como acercar a los lectores a sus autores favoritos con un flow mucho más experiencial y único, gamificar las interacciones dentro de la plataforma, escanear un libro antes de comprarlo para descubrir un bonus track, o crear puntos de lectura en las ciudades que ayuden a visibilizar la marca en el centro de estas y a ofrecer unas vistas y un ambiente top en el que disfrutar de una lectura.
Y eso, sí o sí, tenía que mostrarse en nuestra nueva personalidad y comunicación de una forma sorprendente que nos presenta no solo como una buena y bonita portada, si no como una increíble e interesante lectura.
La identidad de una nueva generación lectora
La nueva identidad refleja la voluntad del nuevo PlanetadeLibros y acompaña el relato creado para la marca. El logotipo rompe con la idea de un catálogo estático e introduce el movimiento con un símbolo o brand mascot que cobra relevancia en el sistema visual y que nos acompaña a lo largo del viaje.
En la paleta de colores se ha optado por colores vivos, con un azul vibrante apoyado en los colores rojo, verde y amarillo, que reflejan una comunidad moderna, actual y digital, y que contrastan con el blanco y el negro que remiten a un universo más literario.
Para más versatilidad, se ha creado un sistema de mascotas que da vida, ritmo y tono a un universo rico y diverso. Los “personajes” creados conectan con los diferentes intereses y tienen la capacidad de interactuar con la comunidad lectora tanto en entornos online como offline. Un sistema, en definitiva, pensado para navegar de forma mucho más intuitiva por los contenidos y acercar los libros a su comunidad de una forma más interesante y amena.
La nueva identidad verbal y visual conecta con los lectores de siempre, pero también con una nueva generación de lectores que quiere que se reconozca el valor de la lectura y el placer de perderse entre sus páginas.
Una lectura que forma parte de su vida y donde ellos y ellas pueden alimentar su curiosidad con una comunidad que les aporta valor y ayuda a llevar su experiencia con los libros a otro nivel. Ah, y a pasar página entre cientos de nuevas historias.