De asociación a fundación para seguir creciendo
Después de seis años dedicados a apoyar a las protectoras de animales mediante una estructura sólida, la asociación Voluntarios Itinerantes identificó la necesidad de dar un paso más. La meta era cambiar el enfoque de un modelo paliativo a abordar la raíz del problema y educar a la sociedad.
El objetivo estaba claro: transformar las relaciones entre humanos, perros y gatos, estableciendo vínculos fuertes, sanos y responsables. Ahora bien, ¿por dónde empezar? El primer paso fue definir una estrategia de marca que resaltara la propuesta de valor, seguido por la creación de un nombre e identidad que reflejara su verdadera esencia. Posteriormente, se desarrolló un plan de activación para comunicar el trabajo que la fundación llevaría a cabo. Full pack, y a por todas.
Un nombre que refleja sus intenciones
El nombre Fundación Patas Arriba posee un fuerte significado simbólico, la expresión «Patas arriba» se asocia a la idea de «dar la vuelta a las cosas» o «cambiar el mundo», y hacerlo por todo lo alto y sin bajarle el volumen. Esto tiene un significado muy poderoso para esta fundación, ya que día tras día trabajan para mejorar las condiciones de vida de los perros y gatos promoviendo un cambio positivo en la relación entre humanos y animales (algo que no es común ni está demasiado visto dentro del sector).
Además, tiene un punto creativo y original, algo también poco convencional que tiende a llamar la atención y a despertar la curiosidad del público destacando dentro del sector. Y bueno, de eso se trataba, ¿no? De ponerlo todo un poco patas arriba.
Una identidad con mucha garra
La nueva identidad refleja la voluntad de la fundación y acompaña el relato creado para la marca. El logotipo, formado a partir de una tipografía variable, rompe con la idea de una fundación institucional y corporativa, e introduce los conceptos de variabilidad y adaptabilidad que la marca tiene presentes en su plataforma y su manera de entender y hacer su trabajo. Aunque el logotipo es negro monocolor, la fundación cuenta con una paleta de colores vivos pero cercanos: celeste, naranja, amarillo y rosa que nos permiten reflejar una comunidad que se preocupa (cálida y cercana), pero al mismo tiempo actúa (estimulante y movilizadora).
El sistema visual se ha enriquecido con una serie de ilustraciones rectilíneas que refuerzan ese carácter rebelde de la marca, esas ganas de cambiar el status quo que aportan un universo rico, diverso e ilimitado. Esta nueva identidad visual busca conectar con los amantes de los animales, pero también con una nueva generación educada que lucha por el respeto y el cuidado de los animales.
Deja que te hable sin pelos en la lengua
Patas Arriba necesita hablar de la realidad que le rodea y despertar las conciencias. Para la fundación trabajamos en una identidad verbal que les permitiera comunicarse de forma fácil y transparente, con una puesta en escena fresca y propositiva donde la experiencia y la solidez conseguida durante los últimos 6 años estuviera presente.
¿Y todo ello cómo lo ponemos en práctica? Con un tono verbal donde educación e información son los vehículos para conseguir un cambio real, y con un toque estimulante que les permite hacer algo de ruido, sacudir, remover y alborotar un poco el sector. ¿El plan? dejar buena huella con lo que hacemos y decimos.