Todo proceso de naming empieza con ilusión. Se abren rutas creativas, se exploran infinidad de conceptos y se plantean un sin fin de posibilidades. Cuanto finalmente el enfoque cuadra con una serie de propuestas seleccionadas llega el gran momento: pasar el embudo. Es decir, conseguir que una denominación sea viable a nivel de registro de marca y además tenga el dominio .com disponible. ¿El dominio .com? Sí, el dominio .com. ¿Pero cuantos dominios .com quedan?
Incapaces de responder a tal pregunta hemos creído siempre que, por encima de un buen dominio, hay que tener un buen nombre. Una buena marca con un buen posicionamiento web es mucho más importante porque las personas memorizan los nombres pero rara vez sus dominios. Por otro lado, la gestión de los dominios, tal y como se plantea actualmente, es finita y susceptible de cambiar dada la gestión actual (millones de dominios registrados que no están en uso o que se compran para renegociar). Tal es así que según nos cuenta el consejo de administración de la Corporación para los Números y Nombres Asignados de Internet (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers, ICANN) ha aprobado en el congreso internacional que está celebrando en Singapur el programa para la creación de nuevas extensiones de nombres de dominio.
Y aunque como nos comunica Ubilibet, consultores en sociedad de la información, se han publicado numerosos artículos sobre la liberalización de las extensiones de nombres de dominio ratificada por ICANN. Muchos de los aspectos planteados por los medios de comunicación difieren en cierta medida de la reforma realmente aprobada:
Hasta la fecha el número de extensiones de nombres de dominio genéricos era limitado, actualmente existen 22 extensiones distintas (incluido el dominio .ARPA reservado para la infraestructura operacional de Internet), y la aprobación de nuevos dominios se producía con cuentagotas. Es cierto que la reforma aprobada por el consejo de administración de ICANN permitirá la creación de un número ilimitado de nuevas extensiones a partir de finales 2012, no obstante, no es cierto que cualquier entidad podrá registrar un dominio con la extensión que le venga en gana. En realidad, la reforma aprobada por ICANN lo que plantea es la flexibilización en cuanto al número de extensiones existentes pero no en cuanto los requisitos que las entidades encargadas de la administración de esos dominios deberán cumplir.
Todas las extensiones de nombres de dominio genéricos son gestionadas por una autoridad de asignación, entidades autorizadas por ICANN para administrar un dominio en concreto. Por ejemplo, el dominio .com lo gestiona Verisign una empresa norteamericana y el dominio .cat una fundación creada a tal efecto. Todas las autoridades de asignación deben haber superado una serie de requisitos técnicos, económicos y de representatividad, recogidos en la normativa de ICANN reguladora del espacio de nombres de dominio de Internet. Esos requisitos seguirán vigentes tras la reforma aprobada en Singapur, es decir, las entidades que pretendan solicitar la creación de una nueva extensión deberán acreditar su solvencia económica, demostrar suficiente capacidad técnica y presentar un modelo de negocio viable. Para que se hagan una idea, la simple presentación de una solicitud supone abonar a ICANN una tasa no reembolsable para la validación de la candidatura de 185,000 dólares. Pero esa cantidad es casi una broma si tenemos en cuenta el coste global real que puede suponer gestionar una autoridad de asignación de dominios, los especialistas en la materia cuantifican como mínimo en unos 2,5 millones de euros el presupuesto para administrar una extensión durante 5 años.
Un presupuesto de ese calibre supone, sin lugar a dudas, que no todo el mundo va a poder crear su propia extensión de la noche a la mañana. El proceso estará abierto a todos, no obstante, será necesario tener la solvencia suficiente para hacer funcionar un registro. Los nombres de dominio son una industria seria y es necesario poder alcanzar un determinado nivel para solicitar una nueva extensión en el marco de esta liberalización.
Las fechas previstas para el lanzamiento del programa son las siguientes:
a) 12 de enero a 12 de abril de 2012: Primer periodo de presentación de candidaturas.
b) A partir de noviembre de 2012: Publicación de las primeras candidaturas aprobadas.
En cualquier caso, la liberalización aprobada por ICANN afecta a los nombres de dominio genéricos (gTLDs, Generic Top Level Domains), no así a los 246 nombres de dominio geográficos o de código de país (ccTLDs, Country Code Top Level Domains) compuestos por un código de dos letras correspondientes a un país o un territorio geográfico. Los dominios de código de país son gestionados en su mayoría por cada gobierno nacional.
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