Si queremos entrar al mercado con un producto, los objetivos deben enfocarse en la diferenciación frente a los competidores, impactar, generar ventas y la fidelización de los clientes. Para ello, hoy en día contamos con numerosas herramientas a nuestra disposición, y la forma de utilizarlas será lo que nos lleve al éxito o al fracaso de nuestro producto en el mercado.
Hay factores muy importantes para el éxito de un producto, como su calidad, satisfacer las necesidades de los consumidores de la forma adecuada, el precio, etc. Pero para diferenciarnos de la competencia en tiempos como los actuales, en los que existen muchos productos similares, lo que se necesita es enamorar a los consumidores. En este sentido, debemos pensar en una identidad gráfica de calidad y un packaging especial. Por ello nos adentramos en algunas de las tendencias más relevantes en diseño de producto y packaging.
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Los gustos de los consumidores se centran cada vez más en cosas más auténticas, reales y de buena calidad. Buscan una conexión más humana con las marca y los productos que dan confianza. En este sentido, existe una tendencia hacia la autenticidad visual a través de un diseño basado en en lo escrito a mano (de forma libre y tipografía manual), con referencias vintage, ilustraciones simples y dibujadas a mano, o paletas de colores naturales. Contar con un estilo visual auténtico a través de la artesanía, la calidad y el diseño del envase y el producto, permite a la marca conectar con un nicho de consumidores concreto.
Esta tendencia va más allá del minimalismo, reduciendo la esencia de la marca a lo más simplista y reflejando la pureza de la misma. Aquí destaca un diseño sencillo y marcado, sin un logotipo tradicional, con elementos, patrones y geométricas abstractos. Además, suele ser monocromático, sin pasar de dos o tres colores.
Hoy en día la personalización es protagonista, y con un packaging personalizado las marcas pueden diferenciarse de sus competidores y llamar la atención de los usuarios. La tendencia de las cajas sorpresa, en las que el packaging es el protagonista, que incluye productos basados en los intereses de los usuarios, no para de crecer. Marcas como Glossybox o Degustabox son ejemplos claros en este sentido. También hay otra forma de utilizar la personalización, como es el caso de Coca-Cola, que este verano promociona destinos turísticos a través de la personalización de sus envases y latas de diferentes países europeos como parte de su campaña “Comparte una Coca-Cola con”.
A partir del diseño del pack conectar con sentimientos y emociones de los consumidores.
El diseño de producto y su envase son claves a la hora de llamar la atención de los consumidores y diferenciarse de la competencia, y las tendencias en este sentido son muy cambiantes. Por eso, las marcas deben estar al día de lo que funciona en el mercado para que todo su diseño y estrategia de marca no estén desactualizados.
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