A la conquista del universo

 

En julio de 2022 se celebra los 53 años del alunizaje de Apollo 11. Ese día,  Neil Armstrong, astronauta, se convirtió en el primer hombre en pisar la luna, día en el que pronunció una de las frases más famosas de la historia de la humanidad:

That’s one small step for man, one giant leap for mankind

Eran entonces años de Guerra Fría, el conflicto que enfrentaba a la Unión Soviética y los Estados Unidos, y en el que se enmarcaba la “carrera espacial” entre los años 1955 y 1975. Una carrera que implicaba 2 fuerzas mayores del planeta cuyos intereses por la conquista del espacio eran tan militares como la opinión pública.

¿Quién hubiera pensado que dicha conquista entre países se extendería años más tarde a entes comerciales? o ¿que surgirían «space brands»? Es que, desde entonces, el espacio no ha dejado de ser un lugar de lujuria para las marcas.

– Yo fui el primero, no tú.

– ¿Ah si, y qué más?

Cuando Neil Armstrong empezó a caminar en la superficie de la Luna, lo más probable es que tuviera conciencia de lo significativo que podía ser su gesto. De todas formas, quizás no imaginaba en este momento convertirse en una de las pocas personas del siglo XX recordada décadas y siglos más tarde.

Tampoco se debía de imaginar que inspiraría a muchas marcas que años después tratarían de apoderarse de la distinción de ser la primera de su sector o categoría en experimentar la ingravidez (space brands en espacio). Pero no todas lo hacen con el mismo acierto, y es que no solo importa la meta, sino el significado que conlleva.

¿Qué valor tiene?

Nos preguntamos sobre el valor que les aporta a marcas como Chupa Chups afirmarse como el primer caramelo en ser consumido por un astronauta en el espacio. O bien KFC cuando en 2017 se enorgullecía “de ser los primeros que ‘empujen’ una hamburguesa a un viaje espacial” asociándose con una compañía de exploración espacial privada para mandar en la estratosfera su sándwich estrella “The Zinger”.

El espacio amplifica y hace que las noticias sean más noticiables. No solo esto, sino que el espacio hace que estas noticias perduren en el tiempo cuando nos explican una historia con significados. Y es lo que ocurrió con Armstrong por lo que representaba su gesto sobre la historia de la humanidad y la tecnología en el contexto de Guerra Fría. Pero cuando quien encabeza ese viaje espacial tiene poca legitimidad para hacerlo, la noticia deja de hacer historia, como ocurrió con Chupa Chups o KFC.

Universe is the (commercial) place for the space brands

Sí, y los principales actores de la exploración espacial saben que puede ser una fuente lucrativa y con un potencial retorno para aquellos que lo aprovechan sabiamente. El ISS National Lab (el laboratorio nacional americano de la estación espacial internacional), colabora de forma activa en numerosos proyectos de investigación en el espacio para empresas y marcas.

Adidas es una de esas. La marca a 3 bandas busca desafiar la ley de la gravedad e investiga sobre uno de sus activos estrella: la tecnología de amortiguación Boost. La icónica media suela Boost será probada en situación de ingravidez por los astronautas de la NASA y los resultados han de permitir crear la zapatilla de running del futuro, una zapatilla que permitirá a los atletas llegar aún más lejos en su rendimiento y superar sus propios límites (link), un objetivo que conecta directamente con el propósito de la marca alemana.

 

Estée Lauder también se ha aliado al ISS National Lab. en el marco del Sustainability Challenge – Beyond Plastics. Los investigadores seleccionados para este proyecto utilizarán el laboratorio con el apoyo económico de la marca de prestige para abordar el dilema del plástico desde el espacio y buscarle nuevas alternativas. La marca de belleza reafirma su compromiso con la investigación y el desarrollo de envases sostenibles, uno de los principales retos de su industria.

There’s a Starman waiting in the sky

Y si la Guerra Fría que dividió durante cerca de 45 años dos estados mayores del planeta, implicaba a día de hoy unas nuevas fuerzas globales, ¿cuáles serían?

Muchos hacen a la analogía y hablan de una nueva forma de Guerra Fría cuando nos referimos a la rivalidad para la conquista espacial, Jeff Bezos vs. Elon Musk. ¿se les queda pequeño el planeta Tierra?

Uno de los símbolos de esta carrera espacial o de space Brands race son o están entre las 2 mayores fortunas del planeta. Esta fue cuando Elon Musk lanzó el SpaceX Falcon Heavy, uno de los cohetes más potentes de su generación. Para este viaje el cohete requería de una carga útil ficticia, y claro, ¿qué mejor que el icónico Tesla Roadster?

La escenificación es inmejorable: al mando del Tesla nos encontramos un maniquí con traje de astronauta, el maniquí llamado Starman está escuchando de forma repetida el leyendario Space Oddity de David Bowie, en el salpicadero del coche se encuentra un letrero con el mensaje “Don’t panic” (un guiño al clásico de ciencia ficción de Douglas Adams) y uno de los circuitos electrónicos del coche lleva inscrito “made on Earth by humans”.

Don’t panic

Si vosotros también soñasteis algún día en conducir un Tesla descapotable desde un cohete SpaceX que flota en el espacio, podéis compartir un trozo de viaje con Starman desde el directo que se emitió hace años.

 

¿Qué más podrían haber pedido las distintas comunidades a las que aludieron Tesla, SpaceX y Elon Musk en esta iniciativa?

Más entretenimiento si cabe. Por ejemplo, el Tesla Roadster con Starman comercializado por Hot Wheels, o también el lanzamiento de la web www.whereisroadster.com creada por un apasionado de astronomía y que todavía nos comparte en directo datos de la odisea del descapotable 4 años después de haber sido lanzado al espacio.

¿Pero qué más nos queda 4 años después?

Por muy espectacular e impactante que haya sido y siga siendo la iniciativa, nos queda la sensación que la operación ha dejado en segundo plano el lanzamiento exitoso de SpaceX y evidenciado el desvió de Tesla con su compromiso a la hora acelerar la transición del mundo hacia la energía sostenible. También se percibe cierta desconexión por parte de una de las más valiosas marcas de coche con las necesidades reales del gran público.

Tal vez haya sido un gran paso para la marca Elon Musk, pero se pone en duda que sea un gran paso para la humanidad.  Y menos para la sostenibilidad.

Y, ¿qué depara el futuro y el espacio para las «space brands?

Lionel Vacle

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Lionel Vacle

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